CURSO NACIONAL DE FORTALECIMIENTO EN “DERECHOS, LIDERAZGO Y AUTOESTIMA” DIRIGIDO A MUJERES CONSTRUCTORAS A NIVEL NACIONAL
La Paz, marzo de 2022.
En el marco del Proyecto Diálogo y Apoyo Colaborativo de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, implementado por Solidar Suiza se desarrolló el curso denominado: “Derechos, Liderazgo y Autoestima” en modalidad virtual, del 7 al 18 de febrero, en el que participaron 17 mujeres que trabajan en el sector de la construcción de las ciudades de Riberalta, Guayaramerín del departamento del Beni, Cobija en Pando, Cochabamba, Oruro, Potosí, Santa Cruz, Sucre y La Paz.
El curso se constituyó en un espacio de intercambio de saberes. Contó con la facilitación de la doctora Mónica Bayá, secretaria técnica de la Comunidad de Derechos Humanos, la licenciada Graciela López, directora de la Red Boliviana de Mujeres Transformando la Economía (REMTE), Bruno Rojas, especialista en derecho laboral de la Red Nacional de Noticias Obreras (RENNO), la licenciada Patricia Bráñez, coordinadora nacional de CLADEM Bolivia y miembro del Comité Impulsor de la Agenda Legislativa y Política de las Mujeres (CIALPM) y la licenciada Paula Estenssoro, subdirectora de Católicas por el Derecho a Decidir. A quienes desde Red Hábitat, agradecemos por su compromiso militante y solidario, por los derechos de las mujeres en general y en este proceso por las constructoras.
Todas las sesiones del curso, iniciaron con una presentación en PowerPoint, algunas fueron acompañadas con videos cortos, relacionados al tema que se abordaba y un trabajo grupal en tres salas, que permitían el diálogo y la discusión de las diferentes realidades que viven las mujeres que trabajan en el sector de la construcción en Bolivia relacionado al cumplimiento de sus derechos reconocidos en la Constitución Política del Estado. Al finalizar cada espacio, las participantes completaron una evaluación en línea que les permitió conocer cuánto aprendieron.
¿Qué piensan y sienten estas mujeres?
Compartimos algunos de los resultados del intercambio en las salas:
- En el sector de la construcción, se vulneran diariamente los derechos de todos los trabajadores, sin embargo, se agudiza esta vulneración si eres mujer.
- Se atenta contra la salud y la integridad física de la constructora, al negarle la dotación de implementos de seguridad, generalmente el empleador espera que una lleve todas sus herramientas e implementos.
- Somos víctimas de discriminación por parte del empleador y de nuestros pares varones, solo por el hecho de ser mujeres, se nos niega la oportunidad de trabajar y ascender.
- En Bolivia la salud está privatizada, las mujeres que trabajamos en el sector no tenemos cobertura de seguro de salud, por lo que sale de nuestros bolsillos la atención medica si enfermamos o sufrimos algún accidente laboral.
- Si estamos en estado de gestación, se nos despide sin ninguna consideración y se nos niega el derecho a trabajar. Si tenemos niños pequeños de igual manera.
- La Constitución Política del Estado, enumera una serie de derechos que no se cumplen, seguimos sufriendo en el ámbito laboral, familiar y social desigualdad, exclusión y discriminación.
- La violencia en todas sus formas está presente, tanto en el ámbito privado como público y la misma, se reproduce también en nuestras fuentes laborales.
- La violencia que sufre la mujer le afecta física y psicológicamente, genera miedo, inseguridad, estrés y traumas, lo que le dificulta su comportamiento en la sociedad y esto se traduce en la falta de autonomía económica.
- La situación socio-laboral de las mujeres constructoras se agravó con la llegada del COVID-19 al país, aunque es cierto que todos los sectores laborales, se vieron afectados por la pandemia, el futuro de estas mujeres estuvo marcado por la incertidumbre y el temor en todos los sentidos, las obreras de los gobiernos municipales tenían incertidumbre de saber si continuarían trabajando, las que trabajan por cuenta propia o independientes tenían dificultades para encontrar trabajo.
- Limitaciones de atención en los centros de salud si enfermaban ellas o sus familias, preocupación extrema pensando si obtendrían los recursos suficientes para que sus hijos pasen las clases virtuales e incertidumbre de conseguir lo necesario para alimentar a sus familias.
- Respecto a los derechos laborales, ellas indican que no se benefician con ninguno de los derechos reconocidos ni en la Constitución Política del Estado, ni en la Ley General del Trabajo, ellas sienten que sus derechos son vulnerados incluso por aquellos que deberían garantizar su cumplimiento.
- En relación a su organización y sus lideresas, ellas consideran que como organización emergente necesitan apoyo con capacitación en fortalecimiento técnico, en derechos e incidencia política.
- Como punto final coinciden que la sociedad en general, debería dar la oportunidad a la mujer que trabaja en el sector de la construcción para demostrar sus capacidades sin prejuicios preconcebidos, sobre las supuestas limitaciones de las mujeres para encarar trabajos en la construcción.
¿Quiénes son estas valerosas mujeres?
Perfil de las participantes que concluyeron el curso:
- El 59% de las mujeres tienen de 30 a 45 años y el 41% tiene de 46 años o más.
- El 24% trabaja en el sector de la construcción entre 2 a 6 años y el 76% trabaja entre 7 a 14 años. El 41% de las mujeres trabajan en el sector de la construcción por que le gusta su oficio, el 24% porque existen mejores ingresos y el 35% señala que trabaja por necesidad.
- El 94% de las participantes son madres, el 75% tienen de 2 a 4 hijos y el 25% tiene de 5 a 10 hijos bajo su responsabilidad. De este grupo el 43% cuenta con el apoyo de sus parejas, ya que son casadas o viven en concubinato, mientras que el 63% son jefas de hogar, lo que quiere decir que son las directas responsables del cuidado, manutención y generación de ingresos para su hogar.
- El 47% de las participantes trabaja por cuenta propia, gestionando sus propios trabajos, en base a referencias laborales y con redes de conocidos, el 41% son obreras en gobiernos municipales y el 12% trabaja en empresa privada y cooperativas de construcción.
- Las participantes con años de experiencia en el sector de la construcción, indican que saben de todo un poco, la necesidad las ha llevado a aprender incluso de forma empírica, solo mirando, otras han contado con la suerte de que alguna amiga o compañero de trabajo las oriente, es así que el 59% de ellas pueden realizar cualquier tipo de trabajo que hace un albañil en obra gruesa u obra fina, esto contempla trabajos de pintura, plomería, muros de contención, cunetas, cordones de acera, encofrados, colocado de cerámica, limpieza en obra, etc. Un 29% se ha especializado en pintura y un 12% en electricidad.
- La emergencia sanitaria originada por la pandemia del COVID-19 afectó también el trabajo de este grupo de mujeres, el 59% indicó que tuvo trabajos eventuales y discontinuos, el 24% trabajo de forma continua y el 17% no trabajó.
Avanzando Sobre lo Ganado: Alcanzar la Igualdad es un Proceso de Largo Aliento
Red Hábitat actualmente ejecuta el proyecto “Mujeres en la Construcción: Derechos y Emprendimientos en la Ciudad”, que permite dar continuidad a los procesos de capacitación integral (Técnica + Derechos), como una estrategia validada para alcanzar el Empoderamiento Económico y Político de las Mujeres Constructoras. Iniciamos el 2010 al 2012 con el proyecto: “MYPES – Mujeres Constructoras del Hábitat”, continuando en el periodo 2012 – 2014 con el proyecto: “Fortalecimiento y Empoderamiento de las OMCs”, ambos apoyados por el Fondo de Emancipación CONEXIÓN y en el periodo 2016 – 2019 con el proyecto “Mujeres en la Construcción: Hacia su Empoderamiento Económico y Político”, financiado por el Fondo de Igualdad de Género de ONU Mujeres.
Con la ejecución de estos tres proyectos alcanzamos a implementar 17 cursos de fortalecimiento en derechos, liderazgo, autoestima y vocería, llegando a 380 mujeres de La Paz y El Alto. Con el curso virtual rompimos las barreras territoriales y abrimos las oportunidades de capacitación a 17 mujeres de todos los rincones del país. Fue un primer ejercicio que esperamos replicar incorporando cada vez a más mujeres constructoras a nivel nacional, generando espacios de encuentro, de solidaridad, de pertenencia para potenciar sus capacidades de incidencia y promover cambios hacia una mayor igualdad en el ámbito del trabajo, en el sector de la construcción.